

Curiosa la concurrencia a este tipo de eventos: gente pija, con mucho audi y banderita española bordada en el polo, se mezclaban con curiosos neófitos, que, como nosotros, aprovechaban la entrada gratis para ver a los espectaculares caballos participantes, con adictos al juego pendientes tan sólo de las complejas apuestas, o con marujas más interesadas en seguir las evoluciones de Cayetano Martínez de Irujo, el jockey de más alcurnia de la tarde.
PD: Como podéis comprobar, yo aposté al caballo número 7...ganó el 3. Eso sí, hicimos alguna foto muy maja, a ver si os las subo.