miércoles, 18 de noviembre de 2009

Megahit a la americana: 2012

Ayer fuimos a ver la última gran superproducción catastrofista de Roland Emerich, 2012. Resultó un bodrio de dimensiones astronómicas, un superfiasco de guión tan pueril que provocaba sonrojo, cuando no directamente hilaridad. Los protagonistas, más que personas, parecían clichés andantes de tan polarizados (el desastroso padre divorciado con alma de héroe, el nuevo marido triunfador que resultará prescindible, la abnegada madre coraje, el joven científico que luchará contra todos por la supervivencia de la raza humana -nada menos¡¡¡-, el presidente de EEUU en plan madre Teresa, los perfectos niños repelentes, el loco visionario al que nadie cree, el malvado millonario ruso con su joven novia siliconada...).

Sólo algunas espectaculares escenas salvan esta ensalada de tópicos y situaciones inverosímiles, aderezada (seguramente de forma involuntaria), al menos, con algunos momentos de esperpéntica comicidad. Y para colmo la peli está, como diría Thalía, ARRASANDO.


Nota: 2

Lo mejor: La primera escena de acción (cuando los protagonistas huyen de su casa) , César (el perrito) e Isabel II subiendo a una de las naves salvadoras

Lo peor: La cara de palo de John Cusack (cada vez soporto menos a este tío), la sosa memez de Amanda Peet (mucho más suelta cuando interpreta golfitas simpáticas), y la sensación general de tomadura de pelo