sábado, 16 de febrero de 2008

Cinecrítica: Sweeny Todd


El último film de Tim Burton, inspirado en el exitoso musical de Stephen Sondheim, tiene su inconfundible sello: ambientes lóbregos, tan oscuros y siniestros que a menudo parecen dibujos, y personajes torturados en busca del amor que les redima. Los papeles principales recaen en dos viejos conocidos del director: Johnny Deep y Helena Bonham Carter, la esposa del director en la vida real, ambos pertenecientes ya al particular universo Burtoniano.


El argumento, inspirado en un cuento que quizá (y esto no se ha podido nunca contrastar) recogiese un hecho real, gira en torno a un barbero londinense que es injustamente procesado por un juez que bebía los vientos por su esposa. Tras quince años de cárcel regresa a Londres y reanuda su profesión, solo que esta vez busca venganza. La ambientación del Londres de principios del XIX, la caracterización de los personajes y los trabajos interpretativos están francamente bien, pero hay un problema que ensombrece la película: el exceso de canciones. Se suceden unas a otras sin apenas diálogos entre ellas, y esto resulta algo cansino. Además, la música sobre la que se asienta el texto acaba resultando monótona, repetitiva y aburrida.

En definitiva, una muestra más del talento visual de Burton, pero lastrada por su naturaleza excesivamente musical. Para una adaptación cinematográfica, hubiese sido preferible prescindir de tanto gorgorito.


Lo mejor: La ambientación.

Lo peor: La poca fluidez que otorga su género musical.

Cine y día: 16-2-2008, Vialia, sesión 20:10.

Nota: 6,5.