" La gente feliz lee y toma café", novela de Agnès Martin-Lugand
Porque todos sufrimos con Diane
Porque a todos nos encantaría tener un amigo como Félix
Porque, dados los tiempos que corren, dan ganas de emigrar con carácter de urgencia a un lugar como Mulranny
Porque a cualquiera le encantaría regentar un café literario en París
Porque nos hace sentir
Porque no hace falta que una novela tenga 1000 páginas o ser incomprensible para ser buena literatura
Porque, pese a todo, creemos en el amor por muy doloroso que resulte