En una gala celebrada el pasado domingo en Los Ángeles, presentada por Billy Cristal tras la espantada de Eddy Murphy, se entregaron los premios Oscar de Cine. Como un servidor no está dispuesto a mantenerse despierto para verla, me tengo que creer lo que dicen las crónicas: que la gala fue insípida, predecible y hasta aburrida. Según Carlos Boyero, se echó de menos la irreverencia y la excentricidad inteligente.
Entrando en materia, la gran triunfadora fue la francesa "The artist", que se llevó cinco estatuillas entre las que figuraban tres de las principales: película, director y actor protagonista. Hollywood se rindió al talento de una película arriesgada (muda y en blanco y negro) pero adorable. El resto de intérpretes premiados junto al simpático Jean Dujardin fueron Meryl Streep (hubiese sido sorprendente que ganara otra), que bromeó sobre su omnipresencia en las galas de premios, y como secundarios Christopher Plummer (Begginers) y Octavia Spencer (Criadas y señoras). Los españoles se quedaron sin Oscar: Alberto Iglesias no pudo competir con la banda sonora de "The artist" y el film de animación ganador fue "Rango", dejando con las ganas a "Chico y Rita" de Trueba y Mariscal.
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