
25 noviembre, Madrid, dvd.
Lo mejor: La escena en que James McAvoy ajusta cuentas con su insufrible jefa. Lo que muchos desearían hacer.
Lo peor: Angelina Jolie. Esa miradita con los ojos de abajo a arriba y pinta de ser la número uno no la aguanto.
Película de sofisticada estética y modernos efectos especiales para absoluto lucimiento de su estrella protagonista, pero vacía de contenido y argumento previsible, absurdo y bochornoso. Las escenas de acción son más increíbles que las de Misión Imposible, de modo que tienes que olvidar la verosimilitud e intentar disfrutar del espectáculo pirotécnico. Pero ni con esas acaba uno de engancharse al carrusel de persecuciones, disparos curvilíneos ni carreras a cámara lenta. Un petardo infumable.
